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Los rumores en torno a la calificación de EE. UU. es solo el telón de fondo. NVIDIA es el verdadero argumento. Veamos el panorama actual en el mercado bursátil estadounidense.
El mercado estadounidense comienza la semana con un tono sombrío: los futuros del S&P 500 caen más del 1% en la preapertura, el Nasdaq 100 lo mismo. Los inversores evalúan el paso de Moody's, que rebajó la calificación crediticia de EE. UU. de Aaa a Aa1, citando el aumento del déficit presupuestario, el estancamiento político y el creciente coste del endeudamiento.
La reacción es lógica: algunos temen riesgos sistémicos, otros ven oportunidades.
Vale la pena recordar la historia. En 2011, la rebaja de S&P provocó una caída del índice S&P 500 del 10,37 %, pero al cabo de un año subió un 36 %. En 2023, Fitch repitió ese guion: caída del 10,31 %, luego un repunte del 37 %. Ahora, llega el tercer acto. El mecanismo es conocido, el pánico puede ser breve, y los descuentos, atractivos.
Fundamentalmente, EE. UU. sigue siendo un imán de capital. A pesar de los riesgos fiscales, el país sigue siendo una potencia dominante en la economía global. Los flujos de inversión lo confirman: por segundo mes consecutivo se registra una entrada neta de capital. Además, la noticia de la relajación arancelaria en el comercio con China y un posible diálogo diplomático con Rusia no son el contexto en el que los mercados colapsan.
La rebaja de la calificación de EE. UU. no es un shock, sino un recordatorio. El mercado ya ha pasado por esto dos veces, y en ambas ha recompensado generosamente a los pacientes. Mientras los flujos fundamentales y la liquidez global no cambien de rumbo, cualquier retroceso es una oportunidad, no una razón para el pánico.
Análisis técnico
El S&P 500 en la preapertura está probando la zona de 5880 – un soporte clave que coincide con la línea de tendencia ascendente desde finales de octubre. Una ruptura de este nivel abriría el camino hacia 5780–5800, próximo soporte donde se puede esperar actividad de los "toros".
Por debajo está la zona de 5630, donde se ubican las medias móviles de 50 días y comienza el área de interés institucional. Si se mantiene 5880, se puede anticipar un retroceso hacia 6000 y luego hacia 6100, donde se encuentra una fuerte resistencia. Romper por encima de 6100 será el catalizador de un nuevo impulso alcista.
El Nasdaq 100 se mantiene cerca de los 21069. Técnicamente, se encuentra en una zona neutral entre dos niveles clave: soporte en 20800–20700, resistencia en 21350. Una consolidación sostenida por encima de 21350 enviará una señal alcista con objetivo en 21700–21900. Si no se mantiene el nivel de 20700, la corrección podría profundizarse hasta 20250.
NVIDIA: el próximo paso en la carrera de IA – ruptura hacia $163–174
NVIDIA regresa con confianza a la zona de rally. Tras romper el nivel de $135, las acciones abren el camino hacia objetivos clave en $139,42, $142,47 y el máximo histórico de $153,13.
Si el impulso se acelera, una ruptura hacia el rango de $163–174 sería una continuación lógica, impulsada por flujos institucionales y una demanda feroz de centros de datos.
El cierre del 16 de mayo por encima de la zona de oferta de $131,42–134,48, en $135,32, confirmó que las resistencias anteriores se han convertido en soporte. El perfil de volumen muestra un alto interés en el rango de $115,43–126,48, donde anteriormente se acumulaban posiciones. Ahora, esta es la plataforma de apoyo para un nuevo crecimiento.
Técnicamente, el activo vuelve a moverse dentro de un canal de regresión ascendente. Después del rebote desde $102,50 hasta $135,32 en seis semanas, se mantiene una estructura clara de mínimos y máximos más altos —la "clásica alcista".
Pero el impulso de NVDA no solo está en los gráficos. En el frente fundamental, la empresa se posiciona como beneficiaria de la nueva era de la inteligencia artificial. Los ingresos del segmento de centros de datos en el primer trimestre fueron de $22,6 mil millones (+427% interanual).
El mercado devora chips Hopper y Blackwell. La nueva asociación con Humain en Arabia Saudita no es solo un proyecto, es una demostración de la escala de ambiciones de NVIDIA.
Las grandes firmas de inversión, desde UBS hasta Melius, ya han revisado sus niveles objetivo. Con una capitalización de mercado cercana a los $3 billones, NVDA ya no es solo una acción, es infraestructura de IA. El consenso de ingresos para el segundo trimestre es de $28 mil millones. El crecimiento de dos dígitos en EPS para el año fiscal 2026 ya no es una esperanza, sino una tendencia en formación.
El mercado esperaba la ruptura de $135, y esta se produjo. El siguiente paso técnico: probar los $139,42 y $142,47, y luego acercarse a $153,13. Superar ese pico abrirá el camino hacia $163,40–174,45 —el límite superior del canal alcista.
Una entrada desde un retroceso hacia $131,42–134,48 sigue siendo atractiva para el inversor de mediano plazo, especialmente teniendo en cuenta los próximos resultados del 28 de mayo.