El dólar estadounidense gravemente golpeado por la política arancelaria de Trump
Imagínese: ¡el dólar estadounidense ha mostrado su peor desempeño en medio siglo! Los analistas han llegado a la conclusión de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, vuelve a ser el culpable.
Según analistas del Financial Times (FT), el billete verde ha caído un 10% desde principios de 2025. Es la caída más pronunciada desde 1973. El principal motor de este colapso fue la política arancelaria del presidente Trump. En medio de guerras comerciales iniciadas por la Casa Blanca, la moneda estadounidense cayó un 10% frente a una cesta de seis de las principales divisas globales.
Los expertos del FT creen que el resultado de las iniciativas arancelarias de Trump tomó por sorpresa a los mercados. Como resultado, los inversores, ante la agitación del mercado, acudieron en masa a los activos europeos, lo que impulsó al euro un 13%.
Tras una serie de aumentos de aranceles, los participantes del mercado comenzaron a especular sobre una posible pérdida del estatus del dólar como moneda de reserva. Sin embargo, la situación se estabilizó más tarde y el billete verde alcanzó un equilibrio relativo. No obstante, los fundamentos del dólar estadounidense han sido sacudidos. Mientras tanto, el dólar ya no se considera un “refugio seguro.” Los participantes del mercado en todo el mundo se apresuran a cubrir sus activos denominados en dólares, ejerciendo más presión sobre la moneda estadounidense.
También existe una visión alternativa de la situación, que sugiere que la debilidad del dólar, aunque no iniciada directamente por la administración Trump, encaja en un plan más amplio para eliminar el déficit comercial de EE.UU. Según esta visión, para minimizar el “enorme déficit comercial”, que ascendió a 918.000 millones de dólares en 2024, podría ser necesaria una devaluación del dólar estadounidense del 20–30%. Implementar tal medida tomaría al menos dos años.
Se acepta generalmente que el déficit comercial estadounidense está estrechamente vinculado al estatus del dólar como moneda de reserva mundial y al papel de EE.UU. como exportador de activos de reserva. Los flujos de capital suelen respaldar el valor del dólar a pesar de un déficit por cuenta corriente, pero la otra cara de este proceso es la necesidad de exportar bonos del Tesoro de EE.UU. para sostener el crecimiento global. Este es precisamente el tema que critican los partidarios de Trump, quienes argumentan que el dólar sobrevalorado hace que las exportaciones estadounidenses sean menos competitivas. Como resultado, el país se vuelve cada vez más dependiente de bienes extranjeros, incluso en áreas críticas para la defensa nacional.